Calidez Dorada

Una explosión de bálsamos refinados aporta una opulencia dorada a la categoría gourmand, transformando la dulzura en algo profundamente texturizado y lujoso.
La perfumista Meabh McCurtin imaginó una firma olfativa confortante y casi comestible, que evoca el calor del pan recién horneado con una profundidad aterciopelada y resinosa.
En el corazón de la fragancia se encuentra una riqueza tostada, donde la elegancia balsámica se une a una indulgencia nostálgica.

Refinamiento Comestible

La calidez adictiva del Absoluto de Salvado, con sus notas irresistibles de miel, chocolate y cereal, evoca el aroma de granos inflados y cortezas doradas.
Su dulzura salada se envuelve en la suavidad mantecosa del aceite de sándalo de Nueva Caledonia, un ingrediente reconocido por su madera cremosa, limpia y envolvente.
Juntos, crean una firma olfativa suave pero poderosa, acogedora y sofisticada al mismo tiempo.

Un Contraste Decadente

Esta riqueza reconfortante se afila y profundiza con un toque alcanforado de romero y el brillo ahumado del olíbano.
Estos elementos atraviesan la neblina gourmand, aportando estructura, luz y complejidad a la fragancia.
El resultado es una composición que se siente como una indulgencia tostada: gourmand, sí, pero con mesura y refinamiento.
Una invitación a envolverse en suavidad mientras se saborea algo absolutamente adictivo.